El futuro de Venezuela cojea pero la tecnociencia lo puede hacer trotar

ENSAYO
José Álvarez-Cornett
(@chegoyo en Twitter)
CARACAS (Chegoyo.com)
30/Marzo/2015

Una versión de este trabajo
fue publicada, el 14/07/2014,
en infoCIUDADANO.com.
El artículo se publica aquí nuevamente
con cambios menores al texto original.
La versión original se puede consultar
aquí.

Pasado-PPF-Venezuela

“El conocimiento y la innovación son determinantes
para introducir nuevos procesos, prácticas y productos,
esenciales para desarrollar la productividad de las empresas
y la competitividad de las regiones”,
“… [hay que] abandonar la mentalidad rentista
y abrazar las banderas de la competencia,
de la productividad, de la innovación.”

Conindustria, Visión Venezuela Industrial 2025

“… ninguna nación ha hecho progresos
de consecuencias por las armas,
por las artes, agricultura y comercio
hasta que se ha entregado
al indispensable cultivo de la ciencia.”

Juan Agustín de la Torre (1750-1804)
Rector de la Universidad de Caracas, 1790-1791

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Lento pero viene                          el mismo que inventamos
el futuro se acerca                       nosotros y el azar
despacio pero viene                     cada vez más nosotros
…..                                             y menos el azar
ya se va acercando                      lento pero viene
nunca tiene prisa                          el futuro se acerca
viene con proyectos                     despacio pero viene
y bolsas con semillas                   lento pero viene
…..                                             lento pero viene
lento pero viene                            lento pero viene.
el futuro real

Lento pero viene,
Mario Benedetti, Poesía Inventario Dos.

En varios foros virtuales se ha empezado a conversar sobre el futuro del país. Esto se debe a la reciente publicación de un artículo de Alberto Quirós Corradi en El Nacional sobre el futuro petrolero venezolano (¿Tiene futuro nuestra industria petrolera?); el cual, lapidariamente, culmina con la frase: “Este régimen nos destruyó el presente. Parece que también nos confiscó el futuro”, y al lanzamiento por Conindustria de La Ruta: Visión Venezuela Industrial 2025 (leer documento).

ruta-2025

 

Me parece una cosa muy positiva que hablemos sobre nuestro futuro ya que los venezolanos conformamos una nación fatalmente obsesionada con su pasado y, en nuestra mentalidad, o visión de mundo, el pasado, el presente y el futuro no se encuentran conectados sino que se nos presentan separados como en la ilustración de abajo.

Pasado-Presente-Futuro-I

Los venezolanos perciben el tiempo de forma desconectada, y le dan más importancia al pasado que al presente y al futuro.

Pero esto que decimos aquí no es cosa nueva, ya, en 1998, lo apuntaba Michael Rowan en su columna en El Universal. Hacemos notar que en la mayoría de los países desarrollados, en los emergentes y, también, en la cultura de los laboratorios de prestigio de investigación y desarrollo, estos círculos se entrelazan. El pasado juega un papel mucho menor –el círculo del pasado es más pequeño– y los círculos del presente y del futuro son un poco más grandes con cierto predominio del círculo del futuro sobre el presente (estos datos cualitativos que aquí mencionamos provienen del estudio de Trompenaars y Hampden-Turner, Riding the waves of culture: Understanding cultural diversity in business, 2da edición, 1998, p. 127).

Nuestro futuro, amigos, ya está renco

Se podría pensar que sostener una imagen tan negativa del futuro sea algo terrible, pero no lo es si ante la vida adoptamos la siguiente actitud: “El mundo está mal. Pero, ¡qué bueno que puedo influir en él, y, hoy, con mis acciones, puedo hacer que el mañana sea mucho mejor! ”

Por lo tanto, creo que “futuro cojo” es una buena metáfora que puede ayudar a motivarnos a tomar acciones en el presente para hacer que el mañana venezolano sea más seguro, saludable y sostenible, más abierto, amable y agradable, bonito y placentero, o sea, mejor.

¿Por qué cojeamos si el futuro aún no ha llegado?

Porque, como dice Peter Drucker hay un futuro que ya ha ocurrido (the future that has already happened). No es solo por las perspectivas nada halagadoras de nuestro futuro petrolero de la que nos habla Quirós Corradi, ni por la gigantesca deuda (que alcanza los US$122.350 millones, y quintuplica las actuales reservas internacionales del Banco Central de Venezuela de $21.266 millones) que ha contraído el gobierno a nombre de la nación –hipotecando nuestro futuro–, sino también por la deficiente preparación de nuestros jóvenes y por la mentalidad –visión de mundo– que han adquirido.
Realidades-Siglo-XXI-a
Los venezolanos debemos interiorizar que vivimos inmersos en una realidad de la que no podemos escapar:

(1) Estamos forzados a vivir en el planeta Tierra – esta es y será la realidad para la mayoría de los habitantes en el planeta, tan solo unos pocos, entre el fin de este siglo y mediados del que viene, podrán hacer sus hogares en Marte o en la Luna – y esto de estar confinados a este puntico azul llamado planeta Tierra tiene sus consecuencias para la vida y  la sostenibilidad de nuestra existencia,

(2) Vivimos en un mundo globalizado, o si lo prefieren, como dicen los franceses, mundializado, y

(3) Nuestra época es la era de la sociedad del conocimiento, la información y el aprendizaje permanente y no es la era industrial aunque las industrias existen y continuarán existiendo porque el hombre, además de homo sapiens y ludens, eshomo faber y technologicus.

Permítanme que lo repita: Tierra y Sostenibilidad, Globalización, Conocimiento e Información (Ciencia y Tecnología) y Aprendizaje continuo son nuestra realidad en este primer cuarto del Siglo XXI.

Ante esta ineludible concreción, tuvimos que habernos preparado desde los inicios de los años ochenta y noventa del Siglo XX , pero no solo es que no lo hicimos, sino que hoy en día, veinte años más tarde, como sociedad aún no hemos tomado conciencia clara de cómo es el mundo en el cual vivimos.

Así, hoy se nos presenta la situación de que el 40% de los jóvenes abandona la universidad por fallas del bachillerato, y que, por ejemplo, solo el 10% de los inscritos en el Programa Samuel Robinson (un programa que existe en la UCV para complementar la formación que reciben los alumnos de escasos recursos que esperan entrar a estudiar en la universidad) aprueban el examen de Matemática.

Por otra parte, un estudio reciente del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) realizado sobre una muestra de 4022 jóvenes, con edades comprendidas entre los 15 y 29 años, entre otros arrojó estos resultados (para mayor información leer: 27 datos sobre la juventud en Venezuela según el estudio del IIES de la UCAB):

  1. El 42 % de la población asiste a un centro de enseñanza.
  2. 50% de los jóvenes dejan de estudiar a los 17,4 años.
  3. Más hembras (63%) que varones (56%) completan el bachillerato.
  4. Los jóvenes tienen mentalidad estatista y rentista que es poco cónsona con la realidad de un mundo globalizado que exige que las personas sean proactivas y emprendedoras. El estudio de la UCAB reporta que el 55% no cree que “el Estado debe dejar la actividad productiva al sector privado” y 55% piensa que “el Estado debe mantener la propiedad de las empresas e industrias más importantes del país” (sobre el rentismo resulta instructivo leerse el trabajo de Diego González titulado, Sobre la renta y el reclamo de Diego Baustista Urbaneja).
  5. 42 % quiere emigrar para mejorar económicamente y 32% para realizar estudios.

Otros dos hechos: hay más científicos y tecnólogos venezolanos trabajando fuera de Venezuela que dentro del país y las nuevas generaciones se sienten desesperanzadas y quieren emigrar.

Hace pocos días, en su columna en El Universal, Elides Rojas escribió sobre un encuentro que tuvo con jóvenes universitarios venezolanos de todos los estratos sociales (En Venezuela y sin salida. Vámonos): “los venezolanos –dice Rojas– dejaron de querer a Venezuela……Está claro que esta batalla por la democracia está perdida… El entreguismo de los venezolanos de izquierda es penoso. Ya es un hecho que esto no caerá nunca. Jamás perderán elecciones. La oposición está en mengua. Los líderes disidentes perdieron prestigio y credibilidad. La economía es igualmente ruinosa y copia de la cubana. No hay trabajo ni habrá. No hay futuro, ni habrá. No hay ni carros ni apartamentos ni comida. Así que vámonos. Esa es la visión. Nos vamos solos. Sin familia, sin padres, sin hermanos. Vamos a vivir fuera de este pobre país. Eso fue lo que oímos y eso es lo que contamos. Un baño de pesimismo. Es lo que vimos”.

Un aspecto positivo dentro de todos  estos hechos negativos es que hasta el año 2040, en Venezuela, vivimos una transición demográfica que los expertos llaman el “bono demográfico”:

<<La población de Venezuela, como la de otros países del mundo, atraviesa actualmente un proceso de transición demográfica que consiste en una reducción simultánea de las tasas de fecundidad y mortalidad. Esto conduce, inexorablemente, a un incremento de la edad promedio de los venezolanos. Se estima que este proceso, el cual afecta principalmente las regiones más urbanizadas del país, se completará luego del 2040. Mientras tanto, unos 26 años a partir de ahora, Venezuela vive lo que se denomina el Bono Demográfico (Freitez, 2012 [“Transición demográfica y demandas de educación primaria y media” en Ugalde, L. (2012) , Caracas, UCAB/Cerpe, 247-281]).Dicho Bono consiste en una reducción de la tasa de dependencia de la población, puesto que temporalmente la población menor de 15 años se reduce en relación con la población en edad de trabajar. Esta reducción permite destinar recursos a otros usos distintos a los de la crianza de los hijos. Sin embargo, el envejecimiento de la población por incremento en la esperanza de vida supondrá un nuevo incremento de la tasa de dependencia, esta vez como consecuencia del mayor peso de los jubilados sobre la población laboral.

El proceso de la Transición Demográfica obliga a rediseñar los programas de seguridad social. También genera nuevas oportunidades para actividades industriales dirigidas a segmentos etarios de mayor presencia. Afecta los costos relacionados con la edad de retiro del trabajador y las políticas de jubilación de las empresas. También impone nuevos requerimientos para el diseño del sistema de educación a todos sus niveles, especialmente por la progresiva reducción relativa de recursos destinados a la educación primaria.>>

Texto tomado de Conindustria, Visión Venezuela Industrial 2025.

A mediados de febrero del 2014, en el foro, El Modelo Rentista y el Desarrollo Sustentable de Venezuela, escuchamos en la voz de la profesora Maritza Montero (en su ponencia, Secuelas culturales y psicológicas del rentismo) sobre la agudización en las zonas populares de la creencia en el Estado como máximo proveedor – vía maná petrolero –, la desestimulación del trabajo individual y social, la inconexión entre trabajo y fines a alcanzar, la desaparición de organizaciones comunitarias independientes y la malandranización de la cultura venezolana: de cómo, por ejemplo, la palabra ‘deber’ está cayendo en desuso (“no hay deber, sino poder”) y está siendo sustituida por “tener el derecho de”. La profesora Montero insistió en que estamos viendo surgir una ideología de la piñata en donde “el otro” se visualiza negativamente como enemigo potencial y obstaculizador, una realidad que la lleva a ella a sugerir que, entre nosotros los venezolanos, ya casi que parece que se hace necesario introducir un nuevo pronombre en el idioma: “losotros”.

Es por todas estas razones que nuestro futuro ya cojea en el tiempo.

¿Qué hacer?

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Si, hoy en día, los parapléjicos pueden caminar usando un exoesqueleto robótico, el futuro de Venezuela podría dejar de cojear y empezar a trotar si hoy nos dedicamos a emprender con ciencia y tecnología. Es decir, si hacemos un esfuerzo nacional para crear Pymes exitosas que innoven en productos, procesos y servicios utilizando alta tecnología: en medicina, biomimética, informática y tecnologías digitales, salud y tercera edad, manufactura, química, petróleo, energías limpias, gerencia de recursos hídricos, alimentación, exploración marina, y construcciones sostenibles, para mencionar sólo algunas áreas.

Lo que estoy sugiriendo es que creemos una visión positiva de un futuro emprendedor e innovador tecnocientífico venezolano y no un futuro industrial, porque la palabra industrial es del siglo XIX y siglo XX, suena a revolución industrial, presenta a la mente la imagen de máquinas pesadas moviéndose y trae consigo una carga intelectual y emocional, una manera de pensar y actuar, una visión de mundo que es propia de esos dos siglos y que no es la propia del Siglo XXI.

Es preferible que más bien nos visualicemos como un “Israel caribeño”– pero con petróleo. Con sus costas sobre el Mar Mediterráneo, Israel es un país pequeño pero líder en el mundo en innovación y emprendimiento tecnocientífico. Es la nación con el segundo ecosistema de Pymes Tecnocientíficas más grande del mundo (en inglés la llaman Start-Up Nation), tiene 145 científicos y tecnólogos por cada 10 mil habitantes (comparar con 85 en el caso de EE UU y 70 de Japón), el 25% de su fuerza laboral trabaja en profesiones técnicas y, en proporción a su población, Israel tiene más empresas pymes tecnocientíficas que ningún otro país del mundo: en términos absolutos es el segundo país detrás de los EE UU con 3500 empresas pymes. Hay 63 empresas israelíes listadas en el mercado de valores NASDAQ (el segundo país con más empresas listadas después de EEUU).

Venezuela EmprendeX (la X para significar Tecnociencias) pudiera ser el nombre adecuado para esta visión de una Venezuela como una gran fábrica de Pymes tecnocientíficas (empresas basadas en ciencia y tecnología). La visión es la de un país tecno-emprendedor que es más ligero (sus exportaciones pesan menos pero tienen un mayor valor comercial), más innovador, está menos aislado porque está más vinculado a las redes del conocimiento mundial.

El porqué de una Venezuela más científico-tecnológica, rápida y ligera

Thomas Friedman en su libro, The Lexus and the Olive Tree: Understanding Globalization (El Lexus y el Olivo), p. 171-179, explica que las características que definen a los países exitosos en la sociedad posindustrial de la información y del conocimiento son (i) ser rápidos (es decir, los procesos para hacer negocios son expeditos, la sociedad impulsa a sus ciudadanos a emprender y el ancho de banda y las velocidades de acceso a Internet son altos), (ii) son países cosechadores del conocimiento (en otras palabras, generan y distribuyen el conocimiento en forma efectiva y están apalancados en su sistema educativo), y (iii) son abiertos y ligeros: las empresas en la sociedad de la información crean valor con mucho menos peso, ya que ponen mayor énfasis en la información que hay en los productos – diseño, patentes, tecnología, servicios– que en los propios materiales con los que se fabrican los productos. Un país, como Israel, especializado en la exportación de productos de altas tecnologías, “pesa” menos (la relación peso/valor de sus exportaciones es menor) que aquellos países que solo exportan materias primas (commodities) y producen productos de bajo contenido tecnológico.

The pursuit of wealth is now largely the pursuit of information and its application to the means of production. The rules, customs, skills, and talents necessary to uncover, capture, produce, preserve and exploit information are now humankind’s most important assets. The competition for the best information has replaced the competition for the best farmland or coalfield. (La búsqueda de la riqueza es ahora en gran parte la búsqueda de la información y su aplicación a los medios de producción. Las normas, costumbres, habilidades y talentos necesarios para descubrir, capturar, producir, conservar y explotar la información son ahora los activos más importantes de la humanidad. La competencia por la mejor información ha sustituido a la competencia por las mejores tierras agrícolas o minas de carbón.)

Los avances en la impresión 3D, las interacciones humano-robot y la personalización extrema de productos son las características de los procesos de manufactura en el Siglo XXI. El economista venezolano, Ricardo Haussman, profesor en la Universidad de Harvard, escribe en Scientific American (The Short History of the Future of Manufacturing):

More and more information is getting packed into less matter. As a consequence, more of the work goes into manipulating information rather than matter. Jobs move from the shop floor to the design floor. The bulk of the value is in the information content, not the raw materials. And that is where the jobs and the livelihoods are going. ……Jobs will keep moving from manipulating matter to playing with information and ideas, as tasks will keep moving towards design, programming, finance, logistics, marketing, commerce and repairs and into making sure that this much deeper division of labor and tasks works smoothly. (Más y más información está siendo empacada en menos materia. Por consiguiente, se hace más trabajo manipulando la información que los materiales. Los trabajos ahora se mueven desde la planta de producción a la planta de diseño. La mayor parte del valor está en el contenido de la información, y no en las materias primas. Y ahí es donde van los puestos de trabajo y los medios de vida……. Los trabajos se seguirán desplazando de manipular materiales a jugar con información e ideas, ya que las tareas se continuarán moviendo hacia el diseño, la programación, las finanzas, la logística, el mercadeo, el comercio y las reparaciones, y en asegurarse de que esta división mucho más profunda de la mano de obra y las tareas funcione sin problemas.)

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Para mayores detalles sobre el futuro de la manufactura (nuevos materiales, impresión 3D, robótica, ingeniería de precisión etc.) se puede consultar un estudio de prospectiva presentado en el reporte de la Oficina de la Ciencia (Government Office for Science) del Reino Unido titulado, The Future of Manufacturing (también ver, el reporte de Technology Review, The Next Wave of Manufacturing, y aquí).

La economía del Siglo XXI (Kevin Kelly, New Rules for the New Economy, 1998, ver Versión Web y artículo en Wired) es la economía de redes (the network economy), la economía de:

  1. La comunicación y la conectividad (significa que la economía sigue las reglas de la física de las redes – ver Information Rules (1998) de Carl Shapiro y Hal Varian y Linked: The New Science of Networks (2002) de Albert-László Barabási),
  2. Lo intangible (la información, el saber-hacer codificado, el software, el diseño),
  3. Lo global, y de
  4. La rapidez y lo simultáneo – es decir, del real time o tiempo real– con la tecnología ubicua (distribuída en todas partes) y hecha casi invisible (As technology becomes ubiquitous it also becomes invisible, Kelly p. 19).

Estrategias de negocios: Hacer que la tecnología sea invisible (transparente para el cliente o los usuarios); Si algo no está conectado, conéctalo– si el sistema está cerrado, ábrelo; Si algo no está animado, anímalo (implica hacer que el ente/objeto interactúe con el entorno/cliente/usuario); usar el conocimiento distribuido; vivir en tiempo real (if you are not in real time, you’re dead, Kelly p. 21); tener en cuenta que en las redes más es diferente (cuando pequeñas partes con capacidad de interactuar aumentan en número, las reglas del enjambre se hacen presente y del sistema emerge algo distinto).

Ejemplo: cuando Cemex mejoró su flota de camiones revolvedores de concreto, a cada camión le colocó un GPS, luego interconectó la flota con radio, y le dio autonomía a cada chofer para que en tiempo real aceptara o no una orden de entrega de cemento según su criterio de cercanía con el cliente que solicitó la orden, creó un sistema de despacho de cemento inteligente (cemento bajo demanda) con cumplimiento de entregas a tiempo de un 98% (con el sistema anterior era de 35%, ver From Cement to serviceBusiness Process Improvement at Concete Co. Cemex,Cemex: a digital firm in the making). Es decir, una empresa tradicional que no era digital se convirtió en un servicio inteligente digital bajo demanda (esto pasó hace más de veinte años, a principios de los años noventa, pero es uno de los mejores ejemplos de la nueva economía). De ser una empresa mexicana, Cemex es hoy un empresa global multinacional: una multilatina.

Un trabajo interesante de leer es CAMBIO un libro con 19 ensayos producido por el proyecto OpenMind del BBVA.

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¿Cuál puede ser la solución?: Venezuela EmprendeX

La solución pasa primero por reconocer (1) que el país tiene un problema político que resolver en lo que se refiere al régimen de libertades democráticas, vigencia de la propiedad privada, marco jurídico (leyes y políticas públicas) y (2) que una idea como Venezuela EmprendeX, si bien pudiera generar muchísima riqueza, es claro que no daría empleo para la mayoría de los venezolanos cuya educación ha sido deficiente y hoy se encuentran pobres (material e intelectualmente hablando) y desasistidos. Incluso, en un país como Israel, las empresas de alta tecnología tan solo emplean al 25% de la población, las industria del turismo, agricultura, comercio, de los diamantes, educación, defensa y otras emplean al resto de la población.

Para hacer realidad una visión como Venezuela EmprendeX  debemos (1) dejar de lado la mentalidad rentista tanto en el sector empresarial, como en las universidades nacionales y privadas y en las Academias, (2) fomentar el emprendimiento en el país (una cosa que ya hace el Ecosistema Nacional de Emprendimiento, aunque todavía no se hace énfasis en el emprendimiento científico-tecnológico), y (3) queda pendiente el tema de la falta de capitales de inversión.

¡Qué bueno que los empresarios ya están pidiendo un cambio de mentalidad!, y por eso aplaudimos la visión que Conindustria recién acaba de presentarle al país. Igualmente, celebramos las presentaciones de Vladimir  Yackovlev de la Academia de Ingeniería y Hábitat sobre la Formación de Ingenieros del Futuro y El perfil del docente universitario para el ingeniero del Siglo XXI y la del Dr. Roberto Callarotti, sobre la Investigación en las Ingenierías en Venezuela.

Pero es claro que una visión como Venezuela EmprendeX aunque está limitada para poner a trotar a toda Venezuela puede lograr tener un mayor alcance en la sociedad si, además de fomentar la creación de Pymes basadas en las tecnociencias para atender mercados regulares, fomenta también la creación de Pymes tecnológicas para atender el mercado de las mayorías. En lo que sigue, en forma general, desarrollamos esta idea de empresas tecnológicas para atender el mercado de las mayorías.

Los profesores universitarios, los científicos, los tecnólogos, los inversionistas, los empresarios, los gremios, y los ciudadanos debemos comprender una realidad cultural: el 80% de los venezolanos no solo son pobres, sino que tienen una visión de mundo muy diferente al resto –el otro 20%– del país.

Según J.M. Briceño Guerrero (en ¿Qué es filosofía?):

<<La cultura dentro de la cual se “forma” un individuo determina en alto grado su estilo de vida, marca para siempre su quehacer, modela su sensibilidad y su actitud valorativa, da un aire característico a su pensar. El individuo, por su parte, puede ser factor importante en el devenir cultural; está en condiciones para ello debido al intrincamiento de determinación y libertad tan característico de la condición humana, pero los auténticos creadores de formas culturales son pocos. Además, la aparición de esas formas ocurre en el ámbito de la comunidad y de una manera que no es clara y conscientemente intencional; la acción del individuo se mueve en un horizonte cultural ya dado. Es como si pudiera hablarse de creación colectiva, de los pueblos como entidades personoides.>>

<<Las formas culturales europeas fueron creadas por los pueblos occidentales en el transcurso de largos siglos de experiencia; desarrolladas y afirmadas en el enfrentamiento con sus propios problemas, son la manera peculiar en que esos pueblos han ido resolviendo sus problemas vitales. Entre nosotros tienen un afincamiento parcial, nos quedan flojas o apretadas; no son nuestras a pesar del bastardo parentesco que nos une a sus creadores. El material humano no es de por sí totalmente amorfo, antes por el contrario está estructurado aquí y allá por restos fragmentarios de culturas no europeas; ni pasivo: lo arriman fuerzas creadoras que tienden a constituir y expresar la idiosincrasia mestiza, pero que no lo logran porque se encuentran oprimidas, inhibidas, enceguecidas por las formas europeas imperantes.

Esa nuestra idiosincrasia mestiza, que no ha podido manifestarse positivamente en la creación de formas culturales propias, se manifiesta, sin embargo, negativamente de múltiples maneras como oposición, obstáculo y entorpecimiento de las instituciones que nos rigen.>>

Según Ortiz Osés, la cultura es <<el modo que tiene un pueblo de habérselas con la realidad>>. La visión de mundo del venezolano popular es tan diferente que ha sido categorizada como homo convivalis (en contraposición a homo sapiens). Es decir, el venezolano popular no es un individuo moderno– de hecho, el concepto de moderno, al ser este un concepto producido en la cultura europea, no aplica en su caso–, más que un ser individual, el venezolano popular es una red de relaciones (matricentradas) porque la familia popular venezolana es matricentrada y relacionar, y es no moderna, por lo cual resulta muy difícil explicar la cultura e identidad popular venezolana desde la modernidad.

Debo esta visión del venezolano popular a los trabajos del padre Alejandro Moreno, investigador del mundo-de-vida popular venezolano quien tiene más de treinta años viviendo en un barrio de Petare , << por la necesidad – que tiene, dice Moreno – de comprender a fondo el mundo humano en el que vivo para poder convivir en él con plenitud de pensamiento, sentimiento y acción>>, a sus artículos de prensa (sobre todo en “Hendidura“, “Modernidad“, “Extra-modernidad, “Sobre el pueblo“, ” Visiones del pueblo I y II“, “Comunidad de convivencia“, “Persona y relación” y “A vueltas con individuo y relación”), libros (El Aro y la Trama) y ensayos (Cultura e Identidad popular).

(NOTA: Lamentablemente, El Nacional inhabilitó los vínculos a los artículos arriba señalados. Estos pueden ser parcialmente leídos en una recopilación que realicé en Evernote).

<<Cuando unos seres humanos, cualesquiera sean las razones y circunstancias que los impelen a ello, se ponen a vivir juntos ocupando un territorio, generan una comunidad de convivencia. Ese sólo hecho produce dispositivos de interrelación, económicos y muchos otros, entre los cuales hay que destacar los políticos o de poder de organización y gerencia de esa misma comunidad para garantizar la vida de todos, solucionar conflictos, distribuir el espacio, asegurar el futuro, celebrar la fiesta, compartir historia, solidaridad, etc.>>

<<La persona concebida como relación es comunicación, apertura, transcendencia, aceptación de la otredad del otro y de su distinción, descentración de sí hacia el otro. No cabe, entonces, el concepto de masa, pues cada persona sólo es pensable como singularidad y por ende originalidad. Nada que ver con el individuo que es precisamente concentración en sí, en su interioridad y autopresencia. Si individuo es el nervio de la sociedad y cultura burguesas, de las que el socialismo no es sino una variedad, la persona-relación es la manera adecuada de concebir al hombre en cuanto ser-de-comunidad y por lo mismo la comunidad como una trama de relaciones. Nada impide pensar toda una nación, etnia, pueblo o incluso Estado, como trama relacional de comunidades o comunidad de comunidades. Para eso es necesario un pensamiento otro a la modernidad burguesa, desde otro lugar y desde el lugar del otro, heterotópico.>>

En 1963, Augusto Mijares, en “Lo afirmativo venezolano”, dijo que no habíamos sido todavía capaces de alcanzar el conjunto de aspiraciones colectivas de los venezolanos del siglo XIX de regularidad legal, probidad administrativa, libertad y cultura. Cuarenta y un años más tarde continuamos igual o, más bien, peor. Tal vez la razón sea porque esas aspiraciones colectivas eran las aspiraciones de las élites del siglo XIX y no las de toda la nación. Briceño Guerrero en el ensayo ya mencionado prosigue inquiriendo sobre nuestra esencia vital:

<<Ahora preguntamos: si esas oscuras fuerzas creadoras, que constituyen lo más auténtico de nuestro ser y que no han podido manifestarse sino negativamente, tuvieran libre campo de acción, fueran liberadas de la red de estructuras formales que las ocultan y oprimen ¿a dónde conducirían? ¿qué nuevas formas generarían? ¿a qué cultura insospechada darían nacimiento? Es de imaginar que entonces pelearíamos combates íntima y auténticamente nuestros, con total compromiso, en ejercicio de nuestra originaria libertad, con la más genuina autonomía existencial.>>

Venezuela EmprendeX, con un propósito emprendedor, comercial, de servicio, pero también social, nos podemos entonces preguntar: cómo dotar de tecnología y saber-hacer (know-how) a esa comunidad de convivencia para darle mayor “poder de organización y gerencia”, “garantizar la vida de todos, solucionar conflictos, distribuir el espacio, asegurar el futuro, celebrar la fiesta, compartir historia, solidaridad, etc.” , cómo usar tecnología para facilitar que tengan “libre campo de acción”, “liberarlas de la red de estructuras formales que las ocultan y oprimen” y ser agentes facilitadores de una “cultura insospechada”: el venezolano de fines del Siglo XXI.

Si queremos tener un país libre y verdaderamente democrático, no solo debemos elevar el nivel intelectual de la población, además tenemos que crear una nueva metáfora nacional para la Venezuela del siglo XXI, una visión que comprenda dentro de ella a la Visión Venezuela Industrial 2025 de Conindustria, y a la Visión Venezuela EmprendeX ofrecida en estas líneas. Esto debería ser uno de los principales retos y objetivos nacionales.

Es preocupante no escuchar de parte de la clase política venezolana un mensaje visionario claro. En realidad, esto no se ha hecho porque las élites nacionales y la clase política no creen (salvo notables excepciones) en la gente y en sus potencialidades, usan y manipulan a las personas, y no piensan en la gente común como un factor de cambio positivo y, por ello, no le proponen al pueblo grandes retos.

Nuestros líderes en política, economía y negocios no han llegado a pensar como John Dewey (Time and Individuality) quien afirmaba que “el fundamento de las ideas y prácticas democráticas es la fe en las potencialidades de los individuos, fe en la capacidad para desarrollos positivos si las condiciones son las adecuadas.” Lo que Venezuela debe hacer es definir y crear las condiciones adecuadas para que cada persona pueda desarrollar al máximo sus capacidades. El verdadero tesoro nacional, no es el petróleo, sino el talento de la gente y las opciones geográficas de Venezuela (este tema fue parcialmente desarrollado en, Gente, Tropicalidad y Opciones Geográficas).

¿Cuál tecnología?

Una aclaratoria antes de continuar.

Cuando aquí se usa la palabra tecnología se está incluyendo no solo al hardware y software, sino que también se incluye a las tecnologías sociales, también llamadas tecnologías suaves (en inglés, soft technologysoft social technology) que pueden o no estar codificadas en software. Ejemplos, la metodología de como gerenciar una incubadora de empresas de forma que produzca regularmente Pymes exitosas es una tecnología suave, Infotention, es una tecnología suave, las metodologías de intervención de grupos: Theory UFuture Search, OSTWorld Cafe  y el arte de scenario planning son todas tecnologías suaves (ver mi ensayo Abrir espacios para cumbres ciudadanas).

¿Es posible servir el mercado de las mayorías con emprendimientos en Ciencia y Tecnología?

En el gran sector de bajos ingresos, frecuentemente llamado el mercado de las mayorías, tiene necesidades en educación, alimentación, salud, comunicación (tecnologías para facilitar la comunidad de convivencia; 30% tiene acceso a Internet), seguridad, construcción, energía, servicios financieros, etc. El mercado de las mayoría es un mercado que puede ser rentable pero es un mercado especial.

Muchas personas pueden pensar que los sectores de bajos recursos no son un mercado para emprendimientos tecnológicos, sin embargo, notemos que como consumidores los sectores de bajo recursos compran electrodomésticos (equipos de sonido, televisores, celulares – 70% posee teléfonos móviles –, lavadoras, etc), invierten en vestirse bien y en artículos de cuidado personal, compran artículos de consumo para premiarse entre ellos o a sus hijos, e invierten en materiales para mejorar o ampliar su vivienda. No es un mercado uniforme, como todo mercado, es un mercado que debe y tiene que ser segmentado según la clase de productos o servicios.

9780809102204Lo de especial es porque este es un mercado que debe ser atendido con pasión y cariño, buscando tener ganancias y ser rentables pero también teniendo impacto social. Aquí, al querer desarrollar el mercado de las mayorías con empresas Pymes tecnocientíficas puede ser apropiado y conveniente adoptar, como parte de la filosofía empresarial y emprendedora, la ética y los principios filosóficos del liderazgo servidor (Servant Leadership“, en inglés) desarrollados por Robert Greenleaf (1904-1990) en su ensayo The servant as a leader (1970). Ver también, Character  and Servant leadership.

En una comunidad de convivencia, el mercado es mucho más relacionar y más cercano, y se requiere mercadear desde dentro de la propia  comunidad de convivencia (recomendamos leer, “Mercadeo para las mayorías” de Raquel Puente, p. 152-178, en Antonio Francés, Compromiso social: gerencia para el siglo XXI,  Ediciones IESA, 2008; ver también, ¿Cómo son los consumidores del mercado de las mayorías en Venezuela?; Qué funciona y que no; y El dilema de la escala).

Educar a las mayorías (¡el 80% del país!), lograr en ellas un cambio de su mentalidad, es un aspecto muy importante, no solo para las propias mayorías, sino para toda la nación, y para todo ciudadano. Educar al electorado para que tenga una conciencia democrática y liberal, requiere, no de títulos, sino de ofrecer oportunidades de ilustración y conocimiento. Si queremos que nuestro futuro no cojee debemos atender este problema con urgencia desde el sector privado (y, por supuesto, también, desde el sector público). Hemos dedicado varios ensayos a estudiar diversas iniciativas privadas de educación popular masivas que existieron en los Estados Unidos y en Europa en los siglos XIX y XX. Los movimientos de educación de adultos del siglo XIX, Lyceum y Chautauqua, la cultura angloamericana de la charla pública libre, la experiencia inglesa de los Mechanical Arts Institutes  y el movimiento danés  de los Folkehøjskole (que continúa vigente) pueden aportar ideas sobre algunas pautas a seguir. (ver, Lyceum y Chautauqua — Cultura democrática ciudadana y las charlas públicas populares precursoras de las conferencias TED (en especial la Parte II), Folkehøjskole: la educación popular y el camino danés hacia una modernización sin violencia (I y II).

La profesora Montero, en la ponencia ya mencionada, dijo algo positivo e importante: paralelo al surgimiento de la cultura malandra, también está naciendo en mucha gente en los barrios un deseo de superación, de no querer hablar como los malandros y de querer escribir mejor (la Dra. Montero dijo que esto se refleja, por ejemplo, en el aumento de ventas (o de uso) del Método Palmer de caligrafía).

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A modo de conclusión

Aunque aquí no se ha realizado ningún análisis de prospectiva en profundidad, hemos visto que han ocurrido una serie de hechos que se mueven en el tiempo como una ola (es el futuro que ya ocurrió): el problema de la producción petrolera y la dificultad de acceso a los mercados, la megadeuda que ha adquirido el gobierno, los jóvenes que hartos se quieren ir del país y los talentos que se van, la descapitalización intelectual de la nación: los científicos y tecnólogos que ya emigraron y que para producirlos nuevos requerimos al menos de unos 10 a 15 años, la mitad de los jóvenes quienes, viviendo en una sociedad del conocimiento, la información y el aprendizaje permanente,  sin embargo, todavía no han cumplido los 18 años y ya han dejado de estudiar, la continuación y profundización de la mentalidad rentista en las nuevas generación, la entronización de la ideología de la piñata, la malandranización de la cultura, pero también el deseo de muchos de no hablar como malandro y de mejorar su dicción y escritura (lo que abre una puerta a la transformación del individuo), el bono demográfico hasta el 2040, la violencia y la inseguridad de país, y la destrucción del parque industrial de la nación, entre otros

Se presenta una alternativa para impulsar a la nación venezolana y sacar al futuro de su cojera mediante el emprendimiento, en particular, mediante el emprendimiento tecnocientífico. Es decir, creando empresas Pymes basadas en la ciencia y tecnología para resolver problemas en las industrias y en la sociedad, para crear nuevos y novedosos productos y mercados y, en el proceso transformar a la sociedad. Con este fin, se ha sugerido la idea de Venezuela EmprendeX.

Una idea en la que pueden participar los científicos y tecnólogos de las universidades venezolanas junto con los empresarios venezolanos. Pero primero, estos dos actores, que rara vez conversan, tienen que superar la mentalidad rentista que impera en la sociedad venezolana y salvar las barreras culturales que imponen el mundo de la academia y de los negocios.

¡Qué las universidades conozcan los problemas y los retos de nuestras empresas, y qué los empresarios conozcan las capacidades de nuestras universidades!

Un dato positivo que es poco conocido es que en nuestras universidades ya existen muchas tecnologías desarrolladas que están encerradas en los laboratorios de investigación universitarios (hay, por ejemplo, sensores y tele-sensores desarrollados, soluciones de realidad virtual aplicadas a problemas médicos, etc.).

De forma que para empezar, no habría que esperar a crear ideas y evaluar conceptos y hacer prototipos. ¡Los prototipos ya están hechos y, en algunos casos han tenido varias versiones!

Nos ha faltado la visión emprendedora

La verdad más grande es que los laboratorios de investigación universitarios venezolanos inventan pero rara vez innovan. Recordar que la innovación es la creación y la entrega–delivery– exitosa al mercado de un producto o un servicio nuevo o mejorado. Es decir, los inventos de nuestros laboratorios están allí pero rara vez se llegan a comercializar (hay excepciones) porque la mentalidad emprendedora está ausente del entorno universitario.

Debemos mover a las universidades nacionales hacia la Universidad Emprendedora. Un reto que Venezuela EmprendeX pudiera abordar en parte. Una tarea que se puede hacer y para la cual se pueden emplear tecnologías existentes, sería usar cursos MOOC  (montados en la plataforma EdX) para enseñar emprendimiento tecnológico a nuestros científicos, médicos e ingenieros y a los estudiantes de carreras tecnocientíficas.

Qué pasaría, me pregunto, si una entidad como Fundación Polar, al igual que patrocina un premio anual para los mejores científicos del país, patrocinara un concurso sobre las mejores ideas tecnocientíficas comercializables (con los prototipos que ya están desarrollados en los laboratorios), estoy seguro que muchos proyectos saldrían de sus gavetas para explorar si tienen mercados.

Por otra parte, hay que buscar formas de educar al ciudadano y aquí las tecnologías duras y las suaves, las experiencias en educación de adultos en los EE UU y Europa pueden ser muy útiles para transformar la mentalidad de la gente, para darles una nueva visión de mundo. Ahora bien, no hay mejor forma de cambiar la mentalidad de la gente (el consumidor) de forma sustentable que haciendo que interactúe con un producto y una marca en donde el emprendedor busca el beneficio económico y la transformación social. El mercado de las mayorías ofrece esa oportunidad a los emprendimientos tecnocientíficos.

Venezuela EmprendeX: un gran consorcio nacional

Alrededor de la idea Venezuela EmprendeX se puede formar un gran consorcio nacional. Venezuela EmprendeX es una idea que pide ser adoptada por quienes quieran ser actores de una verdadera transformación de país. El Ecosistema Nacional de Emprendimiento puede hacer esta idea suya, las universidades públicas y privadas se pueden sumar a ella, Empresas Polar la puede apoyar, el Grupo Cisneros la puede apoyar, la banca (Banesco, Provincial, Mercantil) la puede apoyar, Conindustria la puede apoyar, las telcos (Digitel y Moviestar) la pueden apoyar, las empresas petroleras (BP, Chevron, Total, Repsol, ENI) la pueden apoyar, las empresas farmacéuticas, la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales, y la banca internacional de inversión como la CAF la pueden apoyar.

¿Y qué pasaría, pregunto, si a este consorcio nacional Venezuela EmprendeX se invita a participar a los más de doce mil científicos y tecnólogos venezolanos que hoy trabajan y cosechan éxitos en EE UU y Europa?

Venezuela EmprendeX puede motorizar al país de forma tal que para finales del siglo XXI el mundo pueda decir que Venezuela es un país tropical andino caribeño ligero, tecno-emprendedor, con su economía diversificada, con una ciudadanía educada, un gobierno civil de la gente y para la gente: la perla tecnocientífica del Caribe y del mundo hispanoamericano.

¡Qué así sea!

NOTA: El texto fue editado el 17 de julio 2014 y el 30 de marzo del 2015.

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SOBRE EL AUTOR: José G. Álvarez Cornett ( @Chegoyo en Twitter )

Miembro de COENER, del grupo “Physics and Mathematics for Biomedical Consortium“, y de la American Physical Society (APS). Representante de los Egresados ante el Consejo de Escuela de Física, Facultad de Ciencias, UCV.

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@ Chegoyo 2015

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